La
estructura de un cable de fibra óptica dependerá en gran medida de la función
que deba desempeñar esa fibra. A pesar de esto, todos los cables tienen unos
elementos comunes que deben ser considerados y que comprenden: el revestimiento
secundario de la fibra o fibras que contiene; los elementos estructurales y de
refuerzo; la funda exterior del cable, y las protecciones contra el agua.
Existen tres tipos de “revestimiento secundario”:
- “Revestimiento ceñido”:
Consiste en un material (generalmente plástico duro como el nylon o el
poliéster) que forma una corona anular maciza situada en contacto directo
con el revestimiento primario. Esto genera un diámetro externo final que
oscila entre 0’5 y 1 mm. Esto proporciona a la fibra una protección contra
microcurvaturas, con la salvedad del momento de su montaje, que hay que
vigilar que no las produzca ella misma.
- “Revestimiento holgado hueco”:
Proporciona una cavidad sobredimensionada. Se emplea un tubo hueco
extruido (construido pasando un metal candente por el plástico) de
material duro, pero flexible, con un diámetro variable de 1 a 2 mm. El
tubo aísla a la fibra de vibraciones y variaciones mecánicas y de
temperatura externas.
- “Revestimiento holgado con
relleno”: El revestimiento holgado anterior se puede rellenar de un
compuesto resistente a la humedad, con el objetivo de impedir el paso del
agua a la fibra. Además ha de ser suave, dermatológicamente inocuo, fácil
de extraer, autorregenerativo y estable para un rango de temperaturas que
oscila entre los ¬ 55 y los 85 °C Es frecuente el empleo de derivados del
petróleo y compuestos de silicona para este cometido.
Elementos estructurales
Los
elementos estructurales del cable tienen como misión proporcionar el núcleo
alrededor del cual se sustentan las fibras, ya sean trenzadas alrededor de él o
dispersándose de forma paralela a él en ranuras practicadas sobre el elemento a
tal efecto.
Elementos de refuerzo
Tienen por
misión soportar la tracción a la que éste se ve sometido para que ninguna de
sus fibras sufra una elongación superior a la permitida. También debe evitar
posibles torsiones. Han de ser materiales flexibles y, ya que se emplearán
kilómetros de ellos han de tener un coste asequible. Se suelen utilizar
materiales como el acero, Kevlar y la fibra de vidrio.
Funda
Por último, todo cable posee una funda,
generalmente de plástico cuyo objetivo es proteger el núcleo que contiene el
medio de transmisión frente a fenómenos externos a éste como son la
temperatura, la humedad, el fuego, los golpes externos, etc. Dependiendo de
para qué sea destinada la fibra, la composición de la funda variará. Por
ejemplo, si va a ser instalada en canalizaciones de planta exterior, debido al
peso y a la tracción bastará con un revestimiento de polietileno extruido. Si
el cable va a ser aéreo, donde sólo importa la tracción en el momento de la
instalación nos preocupará más que la funda ofrezca resistencia a las heladas y
al viento. Si va a ser enterrado, querremos una funda que, aunque sea más
pesada, soporte golpes y aplastamientos externos. En el caso de las fibras
submarinas la funda será una compleja superposición de varias capas con
diversas funciones aislantes.
fibra óptica
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